Editorial
9 de Julio de 2020

“ ¿COLONIA SÍ, PATRIA NO?”

(POR WALTER DITRICH).- “Si no hubiera recibido a los ingleses con agua hirviendo hoy seríamos como Australia”, suele repetir un dicho popular bastante remanido. Es una tradición argenta, auto covencernos de que lo peor que le pudo pasar a la Argentina es “estar lleno de argentinos”.  Desde siempre,  contemplamos al viejo continente con admiración y nos deslumbra lo extranjero.  Para la mayoría de nuestro pueblo, la “industria nacional” es sinónimo de mala calidad, y lo mejor siempre es  importado.

¿Hubiéramos sido Australia sino expulsábamos a los ingleses en 1806 y 1807?.  ¿Viviríamos mejor como parte del Imperio Británico que siendo independientes? . ¿Esta tierra sería más próspera si nuestro héroe nacional fuera Beresford en lugar de San Martín?.

Imaginemos que el sueño de muchos se hubiera cumplido….

Adoraríamos a una Reina, tendríamos lista de precios en libras, tomaríamos el té a las cinco en lugar de las ruedas de mate y Los Beatles serían nuestro ícono folklórico desterrando a Los Chalchaleros.

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Pero,  tal vez no. Quizás,  sino hubiéramos echado a ollazos y palos a los invasores,  nuestro presente sería colonial. Y entonces, los morochos de acá seríamos víctimas de un apartheid sudamericano. ¿La aristocracia inglesa nos hubiera tratado mejor que a los sudafricanos?.

En lugar de parecernos a Sidney,  se hubieran desangrado aún más nuestros recursos naturales con mano de obra esclava como en Sierra Leona. Los barcos piratas habrían cargado toneladas de nuestros peces, trayendo luego los residuos químicos de sus empresas para enterrarlos aquí.  Y los lagos de la Patagonia estarían todos en manos inglesas. Casi como ahora, aunque lo aplaudiríamos rogando que “Dios Salve a la Reina!”.

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Vaca muerta se exprimiría en  manos de  la  British Petrolium, venderíamos el cuero barato para comprar botas más caras, y nos tocarían sólo las sobras del banquete que servirían con las carnes argentas en las pubs londinenses.

Imaginémonos apaleados y esclavizados como los africanos. Discriminados, saqueados, contaminados, olvidados. Sin derecho al pataleo. Kelpers en nuestra propia tierra.

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Habrá quienes, aún,  prefieran seguir gritando, “COLONIA SI!, PATRIA NO!”.

Yo, en cambio,  agradezco a quienes les pelaron el pellejo a los ingleses invasores. Celebro la Independencia de 1816, que además de liberarnos de la Corona Española, agregó la frase “y de toda dominación extranjera”.

No quiero ser como Australia. Sueño con una patria justa, soberana, y verdaderamente independiente. El primer paso, es sentirnos orgullosos de nuestra argentinidad y empujar del carro para independizarnos totalmente de todas las potencias imperiales del mundo.

 Desde el fondo de la historia, San Martín, Belgrano, Güemes y  los 649 héroes de Malvinas nos lo reclaman.

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