Don Mario Camandona celebró sus 105 años de vida

El pasado domingo, el querido vecino pigüense Don Mario Camandona celebró nada más y nada menos que 105 años de vida. Nacido el 25 de mayo de 1920, Mario es sin duda uno de los ciudadanos más longevos del distrito de Saavedra y un testimonio viviente de un siglo marcado por grandes transformaciones.
Desde joven, Don Mario se caracterizó por una vida profundamente vinculada a lo social, marcada por la fe y la participación activa en las actividades de la iglesia local. Se formó académicamente en el histórico Colegio La Salle, en una época en la que se escribía con pluma y tinta, y desde entonces dejó entrever su sensibilidad y compromiso con el otro.
Durante muchos años fue comerciante en Pigüé, reconocido por su empatía, cercanía y honestidad. Supo construir no solo un legado comercial, sino también una vida familiar sólida, que hoy se refleja en sus cuatro hijos, nueve nietos y una numerosa banda de bisnietos que lo rodean con amor y admiración.
Dueño de una lucidez admirable, Mario dedica sus días a compartir recuerdos de su infancia, anécdotas de otras épocas y reflexiones que nacen de una vida colmada de experiencias. En su juventud, incluso, canalizó su pasión por la escritura y el periodismo bajo el seudónimo de “El Tábano”, desde donde opinaba y reflexionaba en tiempos donde la libertad de expresión no era tan accesible como hoy.
Ha transitado con asombrosa capacidad de adaptación los grandes cambios de la humanidad: de la pluma y el tintero al celular y la tablet, siempre curioso, siempre abierto a lo nuevo.
Don Mario es, además, un referente familiar: conductor de valores, consejero sabio y sereno, con palabras justas en los momentos clave. Su convicción política, sus principios y su sentido de comunidad han sido un faro para los suyos.
Hoy, en el ocaso de su vida, goza de una paz, lucidez y salud que emocionan y sorprenden. Su historia es un ejemplo de entereza, amor, compromiso y fe.
Desde esta humilde nota, celebramos su vida y su legado, agradeciendo el privilegio de contar con su presencia en nuestra comunidad. ¡Feliz cumpleaños, Don Mario! ¡Gracias por tanto!