Gran convocatoria en la peregrinación a la Ermita de Saavedra
Tras la suspensión de la semana pasada por las condiciones climáticas, este domingo una multitud de fieles participó de una nueva edición de la tradicional peregrinación a la Ermita de Saavedra.
En una jornada especial por celebrarse el Día de la Madre, cientos de personas provenientes de distintos puntos de la región se acercaron al santuario con intenciones, agradecimientos y ruegos, ascendiendo la extensa escalera de piedra serrana que conduce a la cima del cerro, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Luján de la Sierra.

Durante la misa central, celebrada el sábado, el arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Carlos Aspiroz Costa, reflexionó sobre el sentido del peregrinar, recordando que muchas veces “nos olvidamos de la misericordia de Dios y de la Madre que siempre nos espera”.
“Dios aprovecha una vagancia para hablar en el corazón. No importa cómo se peregrina”, expresó en su homilía, y agregó que “la esperanza es un bien arduo, imposible de alcanzar por nuestros propios medios, porque depende de Dios”.
Asimismo, destacó que “la fe es la memoria del cristiano; la esperanza, el futuro; y el amor se manifiesta en el presente. El amor es compartir los bienes con otros para que puedan vivir, y la caridad es relacionarnos con Dios y con los demás”.
Finalmente, monseñor Aspiroz Costa agradeció la colaboración de los Bomberos Voluntarios de Saavedra, de la Banda Militar del cuartel de Pigüé, y de todos los que participaron del traslado de la imagen de la Virgen desde la parroquia de Saavedra hasta el santuario, acompañada por la tradicional carreta, restaurada recientemente en la Unidad Penitenciaria N.º 19 de Saavedra.


