Manu Sahuet y la Oveja de Troya: de un dibujo en el pasto a un gigante rumbo al Récord Guinness
Lo que comenzó como un simple trazo sobre el pasto se transformó, 90 días después, en una obra monumental. El artista pigüense Manuel “Manu” Sahuet, junto a su pasión y su energía, logró materializar una pieza que ya hace historia: la Oveja de Troya, considerada la oveja de madera más grande del mundo.
La estructura fue levantada en La Plata, donde durante tres intensos meses se trabajó día y noche. Más de 500 pallets reciclados, miles de tornillos y una planificación milimétrica dieron vida a esta gigantesca obra que superó todas las expectativas. Sus dimensiones imponen: más de 13 metros de largo, 6,20 metros de ancho y 5,40 metros de alto.
“Cada pieza, cada pallet, cada momento fue parte de una historia compartida”, expresó Sahuet, quien destaca el trabajo colectivo como el verdadero motor del proyecto.
Un símbolo del reciclaje, el esfuerzo y el arte argentino
La obra fue creada para celebrar los 15 años de la empresa Bärfuss, que apostó por una puesta artística tan ambiciosa como inesperada. Con el correr de los días, la Oveja de Troya dejó de ser solo una instalación para un evento y se convirtió en un símbolo: reciclar, crear y trabajar en equipo también pueden generar impacto cultural.
Antes de su quema, parte final del evento para el que fue concebida, la estructura fue certificada por un escribano, un paso clave para avanzar hacia el objetivo mayor: registrarla oficialmente en los Guinness World Records como la oveja de madera más grande construida hasta el momento.
El próximo desafío: llevar el sueño al mundo
Con la obra ya realizada y documentada, Manu Sahuet impulsa ahora la etapa final: lograr que su creación ingrese al libro de los récords más reconocido del planeta.